CAPITULO IV
CONSERVACIÓN DE FORRAJES
INTRODUCCIÓN
Desde la antigüedad siempre hubo la necesidad de utilizar
alimentos frescos, en la escasez, preservando sus alimentos. La conservación es
la prolongación o mantener el alimento a través del tiempo, hasta el momento de
su utilización mediante el uso de técnicas de conservación para el periodo
seco.
No cabe
duda que la explotación agropecuaria rentable es aquella donde se utilizan
todos los recursos disponibles en forma racional para producir de forma
sostenible durante todo el año, aprovechando los métodos de conservación de
forrajes para el suministro al ganado en épocas de escasez.
Aún
cuando los climas varían entre los países en términos generales se caracterizan
por alternar estaciones lluviosas y secas. Por consiguiente el ganado tendrá en
abundancia alimento en época lluviosa y pasará hambre en época seca. Es por
esta razón que el ser humano se ha dado modos para lograr conservar los
forrajes, sin que estos sufran deterioro en cuanto a su presentación y su
calidad alimenticia.
La razón
por la cual los productores deben conservar forrajes es aumentar la producción
a un bajo costo adicional que significa la conservación. El productor dispone
actualmente de los siguientes sistemas de conservación:
- Henificación.
- Ensilaje.
Es
innegable que cada una de las formas de conservación indicadas poseen sus
ventajas e inconvenientes y es en última instancia el productor quien debe
decidir por la técnica que más conviene a su explotación.
HENIFICADO
La
henificación fue el primer proceso desarrollado por el hombre para conservar
parte de los forrajes verdes sobrantes en la época de lluvia con el fin de
utilizarlos durante los meses secos, es decir en los meses de escasez de pastos
o forrajes verdes.
El
objetivo de la henificación es reducir el contenido de agua de los forrajes lo
más rápidamente posible para que puedan almacenarse en grandes cantidades antes
de que se presente una fermentación o que presente hongos por la humedad. La
henificación debe realizarse de tal manera que el forraje no pierda sus
elementos nutritivos, no decolore y haya una mínima pérdida de hojas.
La
principal dificultad de la henificación radica en hacer disminuir rápidamente
el contenido de agua, con el fin de eliminar las células vegetales antes de que
la respiración y las fermentaciones consuman las reservas nutritivas de la
hierba.
HENO
Heno,
término que se aplica a las plantas herbáceas que se usan para elaborar
alimentos curados para el ganado. Las herbáceas más características para la
elaboración de este producto son gramineas, o las leguminosas como la alfalfa y
el trébol.
El heno
se seca para impedir su deterioro. El secado cuidadoso es necesario para una
conservación eficaz, aunque si éste es excesivo puede tener como resultado la
pérdida de proteínas. El secado puede realizarse de tres modos: en el propio
campo, en henares, o por deshidratación artificial. El heno que ha de secarse
en los campos se corta por la mañana en cuanto se haya evaporado el rocío.
Se
dispone después en hileras en cuanto las hojas empiezan a marchitarse. Estas
hileras se voltean con horcas al día siguiente para permitir que el heno se
seque de forma uniforme y, si el clima es favorable, puede quedar listo para su
almacenamiento por la tarde. A continuación se almacena en un henar o se forma
un gran montón con él en el exterior, llamado almiar. El heno bastante seco
contiene el 20% de humedad aproximadamente. El heno recogido en el henar se
seca en parte en el exterior y más tarde se introduce en una cortadora, donde
se completa el secado haciendo pasar aire caliente a través de él. En el caso
de la deshidratación artificial, el heno se retira del campo nada más cortado o
cuando empieza a languidecer. Por último, se corta al tamaño adecuado y se hace
pasar por una cámara de aire caliente que hace que la humedad se evapore con
rapidez.
Se define
como heno de alta calidad:
-
Aquel forraje libre de malezas, secado bajo condiciones tales que
no haya pérdida de hojas por manipulación
-
Aquel que no tenga
deterioro en la materia seca y contenido de nutrientes
-
Aquel en el que no ocurra el desarrollo de hongos
-
Aquel en el que no haya pérdida de color verde natural y
palatabilidad del cultivo original
-
Aquel en el que no haya pérdida de una fragancia deseable.
Pasos
para realizar el Henificado:
Corte del
forraje
El
forraje recién cortado generalmente contiene 70 a 80 % de humedad. El contenido
de humedad debe reducirse a 20 o 25 % o menos antes de su almacenaje. Poco
después de comenzado el almacenaje este contenido debe ser de 15 a 18 % para evitar
un deterioro serio en la calidad, pérdida de nutrientes y peligro de combustión
espontanea. El heno puede enfardarse con contenidos de 18 a 25 % de humedad.
El corte
puede efectuarse en las mañanas, pero no antes de que se seque el rocío. Debe
cortarse la cantidad que se pueda trabajar apilando o enfardando en la tarde o
mañana, de acuerdo a la disponibilidad de personal para realizar esta labor.
Formación
de hileras de heno.
La
formación de hileras para facilitar un secado adecuado. Para esto se junta el
forraje cortado, en hileras o en pilas. El secado en hileras evita el excesivo
resquebrajamiento del forraje secado.
Pruebas
para determinar el contenido de humedad
El
contenido de humedad puede estimarse torciendo un pequeño atado de hojas y
tallos:
-
Si se puede exprimir líquido de los tallos ya sea con facilidad o
difícilmente, significa que esta demasiado húmedo.
-
Si no puede estrujar líquido y si el atado se puede doblar sin que
se rompa, tiene aproximadamente un 25 % de humedad y está listo para apilarse.
El heno debe secarse más en el proceso.
-
Si se quiebran algunos tallos cuando se dobla el atado, está listo
para enfardarse y apilarse.
-
Si se quiebra el atado puede almacenarse con seguridad.
Enfardado
del heno
La
enfardadora es una caja con una prensa para comprimir el heno. Se distribuye
una capa de heno en forma pareja dentro de la caja y luego se aplasta con la
prensa, esto se repite capa por capa hasta que la caja esté llena y se haya
formado un fardo. Se amarra el heno fuertemente mientras está en la caja y
luego se retira el fardo. Los fardos se dejan secar en el terreno por unas
horas antes de almacenarlos.
Almacenaje
del heno
Los
fardos amontonados deben protegerse de la lluvia. Se pueden almacenar en
galpones o depósitos cubiertos por techos o cualquier material
impermeabilizante para cubrirlos. También se los puede almacenar en graneros u
otro tipo de cobertizo.
El heno
debe almacenarse por orden de fabricación y ser utilizado en este mismo orden estrictamente,
pues se ha comprobado que en períodos de más de 3 meses de almacenamiento, aún
en buenas condiciones la calidad disminuye considerablemente.
Perdidas
de nutrientes durante la henificación
Las pérdidas
de elementos nutritivos durante el proceso de henificación se deben a: Cambios
químicos, cambios físicos y acciones mecánicas
Cambios
químicos
Durante
el secado natural de la planta se producen en la misma, transformaciones
químicas, originadas por el ataque de microorganismos a los tejidos vegetales,
la respiración celular, las radiaciones solares y el oxígeno del aire.
Los
cambios más importantes se producen en los hidratos de carbono, una cierta
cantidad de ellos se quema durante el proceso de la respiración celular,
produciendo anhídrido carbónico y vapor de agua, mientras que otra parte es
reducida a sustancias más simples por acción enzimática.
Las
proteínas sufren también una simplificación molecular, dando origen a elementos
solubles que pueden ser eliminados de los tejidos vegetales por acción del agua
de lluvia.
El efecto
del proceso de secado sobre las vitaminas o sus precursores es también
importante.
La
vitamina A, como tal, no existe en la planta, pero si existe su precursor, el
caroteno. Este se oxida fácilmente y pierde su capacidad de transformación en
vitamina A.
La
velocidad de descomposición del caroteno es aumentada por la temperatura,
humedad y acción fotoquímica del sol, lo que hace que la perdida de caroteno
durante la henificación natural del forraje, es considerable.
Con
respecto al ergoesterol o provitmina D, una larga exposición a las radiaciones
solares facilita su transformación en vitamina D, pero esta técnica no es
recomendable por la destrucción del caroteno y la disminución, en general, de
la calidad del heno.
Cambios
físicos
En este
grupo de pérdidas, la de mayor importancia es la producida por la acción del
agua de lluvia que extrae por lixiviación la mayor parte de las sustancias
solubles de la planta.
La lluvia
puede causar mucho daño cuando el cultivo está parcialmente seco y las células
han perdido la capacidad de impedir el libre pasaje del líquido celular. Cuando
se trata de cortes recientes, los daños no son tan pronunciados.
Este tipo
de pérdidas es muy importante, pues por tratarse de sustancias solubles, poseen
una elevada digestibilidad.
Acciones mecánicas
Existe
una gran diferencia entre la velocidad de secado de tallos y hojas.
Frecuentemente las hojas están mas secos que se rompen antes que los tallos
reduzcan su contenido de humedad a un valor que permita almacenarlo con
seguridad.
Cuando el
heno se encuentra en condiciones para su almacenaje, debe tratarse con sumo
cuidad para evitar el desprendimiento de las hojas. No se debe olvidar que la
hoja es la parte más rica de la planta, no sólo acumula la mayor parte de sus
proteínas, vitaminas y minerales, sino que también sus constituyentes son los
más digestibles, lo que hace que la pérdida real de nutrientes sea mayor que la
que podría suponerse, a primera vista, por el valor expresado en materia seca.
El uso
inadecuado o excesivo de implementos tales como el rastrillo, pueden conducir a
una elevada pérdida de hojas y por ende a un producto de baja calidad.
Pérdidas
durante el almacenaje
Las
pérdidas durante el almacenaje dependen en buena medida del grado de humedad
del heno.
LA
CALIDAD DEL HENO
La
calidad del heno depende fundamentalmente de la especie de planta utilizada, de
su grado de madurez, de la técnica utilizada por el operador y del cuidado que
se pone durante la cosecha del material.
Por otra
parte, existe una relación estrecha entre el tiempo de permanencia del forraje
en el campo durante su secado y la pérdida de calidad del mismo.
Para la
alfalfa el momento de corte más indicado, es el de comienzo de floración. Es
este estado, si bien no se logra el mayor rendimiento en materia seca del
cultivo, la calidad del heno así obtenido es muy superior al correspondiente a
un estado de madurez avanzada. Una de las razones que confirma lo dicho es que
al estado de madurez temprana la planta posee un mayor número de hojas y más
fuertemente adheridas al tallo, lo que reduce la pérdida de las mismas durante
la cosecha.
Es
imprescindible realizar un buen curado del heno y evitar henificar un cultivo
muy enmalezado si se quiere obtener un alimento apetecible por el animal.
En
términos generales puede decirse que un heno excelente es aquel que:
- Conserva en buena medida su color verde
- Posee muchas hojas y tallos finos
- No contiene malezas ni cuerpos extraños.
FACTORES
QUE AFECTAN A LA CALIDAD DEL HENO
Como el
98 % del heno normalmente producido, es consumido por animales rumiantes, se
puede llegar a la conclusión de que la mayor parte de este heno contribuye
fundamentalmente a proporcionar energía. La cantidad total de energía, es el
producto de la cantidad de materia seca consumida, por la concentración de la
energía en la materia seca. Por lo tanto, la calidad del heno estará
determinada por aquellas características que influyen en:
1)
La cantidad de materia seca que los animales pueden consumir
voluntariamente.
2)
El valor de la energía que obtenga el animal, por cada unidad de
alimento consumido, en peso.
Entre las
condiciones o características más importantes que se sabe que afectan a la
calidad del heno, figuran:
1)
La época del ciclo vegetativo y la fase de crecimiento en que se
recolecta el forraje, por ejemplo la edad de la planta, cuando más joven
tenemos mayor valor nutritivo o mejor calidad de heno conservado.
2)
Si el forraje corresponde a un crecimiento inicial (es decir, que
no ha sido pastado ni segado anteriormente en el mismo ciclo) o si se trata de
un rebrote.
3)
La proporción de hojas en el forraje
4)
El grado en que el forraje segado haya sido perjudicado por las
condiciones climatológicas o por su manipulación
5)
La forma física en que se suministre
6)
La especie forrajera de que se trate.
ÍNDICE DE
LA CALIDAD DEL HENO
Las
pruebas o índices de la calidad del heno, basadas en apreciaciones sensoriales,
tienen muy poco valor. Aunque el aspecto a la vista, el sabor, el olor y el
tacto de los henos, parecen ser base lógica de criterio para apreciar la
calidad, no se ha comprobado que estas características determinen la
preferencia por los animales ni influyen en sus respuestas.
ENSILADO
Ensilado,
forraje preservado y almacenado para disponer de un alimento nutritivo para el
ganado durante el invierno. El contenedor grande, redondo, de ladrillo o
metálico en el que se almacena el forraje recibe el nombre de silo.
La adecuada conservación del ensilado depende de la fermentación
controlada del forraje verde en el silo; la regulación precisa de la aportación
de aire y de la temperatura es de gran importancia para la obtención de un
forraje altamente nutritivo. Es posible añadirle una serie de nutrientes, como
almidones y azúcares, durante la fermentación, tanto para acelerar el proceso,
como para aumentar el valor nutritivo del producto. Los silos son generalmente
considerados los contenedores más eficaces para lograr una masa compacta en la
que sea posible controlar minuciosamente la circulación del aire y la humedad.
Dos versiones menos eficaces son el silo de trinchera, que no es más que una
excavación revestida de cemento, y el silo de tipo búnker, una cámara de ladrillo
o madera construida sobre el suelo.
El
ensilaje es un método de conservación de los forrajes en estado verde. El
ensilado es el forraje que resulta del ensilaje, o sea de la fermentación de
pasto o plantas forrajeras amontonadas, comprimidas y en condiciones
anaeróbicas y protegidas del agua ya sea en silos cerrados o abiertos.
La
producción de ensilaje tiene muchas ventajas en los ambientes tropicales
húmedos. Debido a que los cultivos se retiran del terreno y se ponen en el silo
poco después de cortados.
El
forraje verde empacado en un silo hermético consume oxigeno y libera calor y
agua. La temperatura de la masa sube gradualmente no debiendo exceder de los 35
a 40 ° C. A medida que se consume el oxígeno, se activan las bacterias
productoras del ácido láctico, lo cual reduce el pH de la masa. Cuando la
acidez alcanza un pH de 3.5 a 4.0 la actividad bacteriana se detiene y el
ensilaje se preserva.
Para un
buen ensilado se debe considerar lo siguiente:
-
Entre más aire quede atrapado en el silo, mayor será el
recalentamiento que ocurra en su interior.
-
Si el ensilaje se calienta demasiado puede dañarse o pueden
quemarse muchas proteínas.
-
Una vez que se consume el oxígeno presente en la masa, el proceso
debe detenerse, a menos que ingrese aire del exterior.
-
Si la producción de acidez es lenta debido a demasiado oxigeno el
ensilaje resultante será de pobre calidad.
-
El ensilaje que tiene ácido butírico posee un olor desagradable.
El
contenido de humedad del forraje es importante para determinar la naturaleza
del proceso de fermentación. Si el contenido de humedad es demasiado bajo la
fermentación no se puede detener, pues es difícil librar suficiente aire para
hacerlo. Una humedad excesiva causa una fermentación pobre y prolongada.
El nivel recomendado de humedad para una buena formación de
ensilaje es de 65 a 75 % de humedad.
También
es importante picar el forraje verde. Esto facilita una buena compactación y la
eliminación de oxígeno. También mejora la palatabilidad ya que el ensilaje es
más fácil de consumir y masticar, esta es una ventaja pues permite convertir
plantas de tallos duros en un alimento sano y palatable.
Un ensilaje
de buena calidad debe tener:
* Olor
ácido agradable
* Color
amarillo - verde azulado
* No debe
presentar desarrollo de hongos
* Textura
húmeda pero no pastosa
* Un buen
porcentaje del valor nutritivo, original del forraje verde
* Buen
olor y sabor agradable para el ganado.
PASOS
PARA REALIZAR EL ENSILAJE.-
Selección
y preparación del silo:
El tipo
de silo que se utilizará en la propiedad dependerá del tipo de terreno, el
tamaño de la explotación, las condiciones económicas, el tipo de explotación,
Las condiciones del medio ambiente. Se recomienda aquel que cumpla con ser
económico y adecuado para la explotación que se tenga planeada.
Corte del
forraje:
Los
cultivos destinados a este propósito normalmente se cortan en la etapa de
floración temprana. Se debe cortar el forraje cuando las plantas no están
cubiertas de rocío porque en las horas de la tarde el forraje está seco. Se
deben cortar las partes más frondosas y suculentas de la planta. Las gramíneas
y leguminosas inmaduras y suculentas deben premarchitarse para que haya una
adecuada fermentación.
Contenido
de humedad:
La forma
más práctica para probar la humedad consiste en hacer una bola de pasto cortado
y picado, apretandolo con fuerza con las manos y luego soltarlo repentinamente.
Se puede apreciar lo siguiente:
-
Si la bola se deshace y queda líquido en las manos, está demasiado
húmedo y necesita marchitamiento.
-
Si la bola se desmorona lentamente y tiene algo de líquido, esta
listo para ensilar.
-
Si la bola se deshace rápidamente en las manos, está seco y se
debe agregar humedad, agua o melaza durante el apisonado. En caso de utilizar
la melaza, debe prepararse para adicionarlo diluyéndola en agua de la siguiente
manera: 1 litro de melaza para 9 litros de agua. La aplicación se hace en forma
homogénea utilizando una regadera, sobre cada capa a compactar del ensilado.
Marchitamiento:
Se
requiere cuando el forraje verde está demasiado húmedo y en el caso de que la
materia prima utilizada este inmadura y sea suculenta. El marchitamiento
consiste en hacer secar previamente el material hasta que alcance el contenido
de humedad apropiado. El cultivo estará con suficiente humedad cuando las hojas
y tallos presenten apariencia lacia.
Picado
del forraje:
Se debe
picar el forraje para garantizar la buena compactación en el silo y se pueda
eliminar la mayor cantidad de oxígeno para lograr una buena fermentación. Puede
picarse el forraje en trozos pequeños de 2 a 4 cm que garantizan mejorar la
calidad de las fermentaciones, la compactación y el consumo del ensilaje por
los animales.
Llenado y compactación
El
llenado del silo lo más rápidamente posible asegura la obtención de un ensilaje
de alta calidad. En lo posible no debe transcurrir más de dos días para llenar
el silo y entre las labores de llenado entre un día y otro debe mantenerse el
material apisonado y cubierto para evitar el deterioro del material ensilado.
Cuando se
compacta el silo el material debe quedar bien distribuido y bien apisonado
dentro del silo. Se lo debe llenar capa por capa, es muy importante compactar
los bordes pues alla es donde se forman las bolsas de aire.
Sellado
del silo:
El silo
debe cubrirse y sellarse para evitar la entrada del aire. Se puede utilizar
polietileno tanto para las paredes del silo como para la cubierta de modo de
hacerlo lo más hermético posible, en la parte superiror se lo cubre con tierra,
con llantas vieja, o con otro material que sea pesada y ayude en la
compactación del material ensilado.
TIPOS DE
SILOS
Silo Trinchera
Este tipo
de silo es una trinchera excavada en la tierra. Debe considerarse los
siguientes factores:
Debe
ubicarse lo más cerca posible del campo de cultivo. Ubicarse en laderas con
buen drenaje, en suelos estables y sin filtración de agua. Los lados deben
inclinarse hacia afuera. Las paredes deben estar revestidas con cemento o polietileno.
La base de estos silos debe ser lo suficiente ancha para que la materia prima
sea compactada por un tractor y haya suficiente campo para que se pueda
maniobrar con facilidad dentro de este tipo de silo.
Silo Canadiense
Tiene las
mismas características que el anterior, con la diferencia de estar construido
sobre el suelo; las paredes pueden fabricarse de madera, concreto o de
cualquier otro material que pueda ser sellado.
Silo Foso
Es un
pozo cavado en el suelo, pueden ser redondos, cuadrados, rectangulares u otra
forma. Los redondos son los más recomendados porque el ensilaje se acomoda de
forma más uniforme y se evitan las esquinas donde se forman las bolsas de aire.
Las paredes laterales deben ser rectas y lisas para evitar la formación de
bolsas de aire, La profundidad no debe ser mayor a tres metros de altura. Debe
buscarse lugares donde el suelo sea firme para evitar derrumbes en este tipo de
silo.
DISTINTAS
ETAPAS DEL PROCESO DE ENSILADO
Desde el
momento que el forraje se incorpora al silo hasta el momento en que ya se ha
transformado en silaje (4 a 5 semanas) pueden distinguirse dos etapas
principales.
1)
respiración aeróbica
2)
respiración anaeróbica o fermentación
Respiración
aeróbica
Durante
el ensilado del forraje una cierta cantidad de aire atrapado en el silo, cuyo
oxígeno es aprovechado por las células vegetales para respirar. En este proceso
de respiración se oxidan los azucares y se libera anhídrido carbónico, vapor de
agua y energía en forma de calor.
La
actividad enzimática comienza en esta etapa. Ciertas enzimas contenidas en el
forraje verde atacan los hidratos de carbono superiores y los transforman en
azucares, mientras que otras degradan las proteínas a aminoácidos.
En
presencia del oxígeno del aire los hongos y levaduras encuentran campo propicio
para su desarrollo ocasionando daño en la masa ensilada. Su actividad va
disminuyendo paulatinamente y en la medida que el aire va siendo reemplazado
por el anhídrido carbónico que se produce en las transformaciones químicas que
ellos originan.
Al cabo
de unas pocas horas, todo el oxígeno es consumido y de no existir posibilidades
de entrada de aire del exterior, la actividad de estos microorganismos se
detiene y la temperatura del silo comienza a descender. Las células vegetales
mueren se rompe su estructura, se libera el jugo celular y la altura del silo
comienza a disminuir.
Respiración
anaeróbica o fermentación
Propiamente
dicha, en ausencia de aire, otros tipos de microbios se vuelven activos y el
predominio de unos u otros depende de la composición química del forraje en el
momento de su ensilado.
La
actividad bacteriana deseable es aquella que produce rápidamente ácido acético
y láctico al fermentar los azúcares. La acción bacteriana indeseable se debe a
los microorganismos de la putrefacción y de la proteolisis, los que detienen su
actividad cuando el pH de la masa ensilada alcanza al valor 4. Favoreciendo las
condiciones óptimas de desarrollo de las bacterias lácticas, se acidificará el
medio rápidamente con lo que se logrará reducir grandemente el daño del otro
grupo de bacterias.
Después
de cuatro o cinco semanas de comenzado el silo, todo el forraje se habrá
convertido en silaje y su conservación dependerá de la acidez producida en su
masa. Las principales especies bacterianas que pueden estar presentes, durante
esta etapa del proceso de ensilado, pertenecen a tres familias distintas.
Familia
|
Tribu
|
Género
|
Especie
|
Lactobacillaceae
|
Streptococcaceae
Lactobacilleae
|
Streptococcus
Pediococcus
Leuconosioc
lactobacillus
|
Lactis
Cerevisiae
Mesenteroides
Plantarum
Casei
Brevis
|
Enterobacteriaceae
|
Escherichieae
|
Escherichia
Klebsiella
Aerobacter
|
Coli
Aerógenes
Aerógenes
|
Bacillaceae
|
|
Clostridium
|
Tyrobutyricum
Sporogenes
|
Los Lactobacillus plantarum
y casei constituyen generalmente la mayor parte de la microflora total del
ensilado, durante la fase más activa de la fermentación. La temperatura óptima
de desarrollo es de 34 – 37 °C para L. Plantarum y 30 °C para L. Casei.
Estos acidificantes
energéticos, transforman la mayor parte de los azúcares fermentables en
omoácido láctico, por lo que se las considera bacterias homofermentativas.
Lactobacillus brevis abunda
en los silajes de inferior calidad y su temperatura óptima de desarrollo es 30
°C. Pertenece al grupo de bacterias heterofermentativas por cuanto además de
ácido láctico produce ácido acético y anhídrido carbónico.
Los restantes
fermentos lácticos contribuyen a la produción de ácido láctico y se encuentran
en gran cantidad cuando el pH es superior a 4.8.
Los coliformes abundan al principio de la
fermentación y producen sobre todo ácido acético.
Escherichia coli es rara en el ensilaje pero
particularmente importante en el intestino de los animales.
Las esporas de los Clastridíum están siempre presentes
en el suelo y abundan en la hierba fresca. Su germinación se inhibe por un pH
bajo y otras causas no bien conocidas. El desarrollo de estas formas corre
paralelo con la desaparición del ácido láctico y la aparición de cantidades
importantes de ácido butírico y de nitrógeno amoniacal. El Clostridium
tyrobutyricum es poco proteolítico, produciendo ácido acético, acetona y
alcohol butirico con desprendimiento abundante de gas carbónico e hidrógeno,
usando para ello principalmente el lactato de calcio.
El Clostridium sporogenes es muy proteolítico pero
no fermenta los lactatos, puede producir mucho amoniaco, aminas volatiles,
hidrogeno sulfurado, ácido acético, butírico, valerianico, láctico y caproico y
desdoblar los lípidos, en ácidos grasos
y glicerina. Todos estos productos contribuyen a dar un olor desagradable a los
ensilajes. Gases tóxicos en el ensilaje de gramíneas y leguminosas
Algunas veces, se produce un gas tóxico durante los
primeros días de almacenamiento, en los ensilajes de gramíneas y leguminosas.
Esta formación de gas, se ha observado con mayor frecuencia a causa probablemente del mayor uso de
fertilizantes ricos en nitrógeno. Algunas plantas son capaces de almacenar en
sus tejidos cantidades relativamente grandes de nitrógeno en forma nítrica. Las
enzimas de las plantas y de las bacterias, transforman los nitratos en
nitritos, después en oxido de nitrógeno, el cual se desprende de la masa del
ensilaje. Al ponerse en contacto con el aire forma bióxido de nitrógeno que es
un gas de color rojizo. Como este gas es más pesado que el aire se puede
acumular en la chimenea de descarga del silo o en la base de este.
El gas citado es sumamente tóxico, cuando haya que
volver a entrar en un silo que se lleno recientemente, se debe hacer funcionar
el ventilador durante algunos minutos para dispersar el gas, o tomar otras
precauciones para lograr una ventilación adecuada.